La ubicación geográfica de Colombia, sumada a su riqueza en recursos, la convierten en un país con un altísimo potencial energético. Aprovecharlo hoy se encamina en la búsqueda de energías limpias y, particularmente, de la energía solar fotovoltaica.
Se puede mencionar cualquier campo y con seguridad este no escapa a las posibilidades que tiene para aplicar el uso de energía solar, según Carlos Yepes, director de ExpoSolar 2019, evento que reunirá durante tres días, a partir de este jueves, a expertos nacionales e internacionales en el tema, investigadores, empresarios, banca y expositores en Plaza Mayor de Medellín para hablar del tema.
Incluso en amplias zonas que hoy no están interconectadas o donde la energía es deficiente, es posible usarla, pues cualquier zona del país está en condiciones de autogenerar su propia energía y es lo que hace incluyente a la energía solar.
Si bien hasta hoy el país ha sido muy conservador y se ha enfocado básicamente en satisfacer necesidades del sector industrial y comercial, es precisamente este el que ha empezado a hacer montajes de grandes sistemas de energía solar. La generalización de su uso debe superar varios paradigmas.
Entre los más importantes está la creencia de que implementar un sistema de energía solar es muy costoso, pero no es así. Lo que sucede es que como en todo avance tecnológico su uso ha tenido una curva de aprendizaje y desarrollo que hizo que en un comienzo su desarrollo estuviera en manos de muy pocos y tuviera unos costos exagerados que no eran viables para ninguna industria en el país.
“Gracias a recursos de centros de investigaciones, de países o empresas su uso ha ido creciendo y los costos se han reducido en 70 por ciento en los últimos seis años”, asegura Carlos Yepes. Es la razón por la que los costos de un sistema solar hoy no son iguales que diez o 15 años atrás, y en dentro de varios años será todavía menor.
Los proyectos que antes eran inviables porque no tenían un retorno de inversión o tardaban muchos años, hoy se pueden realizar en un máximo de cuatro o cinco años y están al alcance de muchas personas. Si se hace para una sola vivienda, por ejemplo, no es tan rentable pues por su bajo consumo haría el retorno de inversión es muy lento. Pero un centro comercial, un hospital o universidad que usen energía solar pueden recuperar esa inversión muy pronto y el ahorro es significativo.
Otro error es creer que en épocas de invierno los paneles no generan energía, pues mientras haya día hay radiación solar y se puede generar. Puede que merme la capacidad pero este es un factor que la ingeniería resolvió con estudios previos sobre cuáles son los días con menos luminosidad y esa deficiencia se puede salvar con sistemas que tienen más paneles de los que se necesitan para que estos generen más en momentos de menor radiación.
Otro mito que se debe romper es el que lleva a pensar que la energía solar es un ensayo o una moda. Se trata de la transición energética del siglo XXI y es la más limpia que se pueda tener.
Un recurso con mucho por explotar
Colombia está llamada a despertar rápidamente también en cuanto a otras aplicaciones muy rentables de la energía solar, como el calentamiento de agua a través de la energía solar térmica. “Hoy muy pocas empresas se enfocan en este aspecto y hay un campo de acción muy grande, como en la climatización de piscinas, en la industria e incluso para llevar agua caliente a las viviendas y reemplazar los calentadores eléctricos o a gas”, dice Yepes.
También se debe despegar mucho más rápido en las grandes aplicaciones de la energía solar en áreas rurales, como en sistemas de bombeo de agua, cercas eléctricas, sistemas de vigilancia o iluminación en el campo. “En el agro hay un gran potencial de desarrollo en energía solar que se ha descuidado”, insiste.
El impulso que dio el Gobierno para el uso de energías renovables a partir de la Ley 1715 de 2014 ha sido decisiva en este propósito por los incentivos que genera para las empresas y personas que empleen energías renovables y cada vez más empresas se preocupan por tener un carácter de sostenibles, una producción más limpia y dar valor agregado a sus productos.
Algunas escuelas del sector rural están implementando el uso de energía solar gracias a dotaciones que les hace el mismo Estado, así como algunas clínicas y hospitales y se ha empezado a contar con una banca de segundo piso a través de entidades como Findeter y Bancoldes con líneas de crédito verde e intereses blandos para proyectos de energías renovables.
“Esperamos que haya una mayor orientación a las alcaldías de los municipios, los hospitales y establecimientos educativos que vaya más allá de la tecnología para generar un ahorro significativo de recursos gracias a la energía solar”, añade.
Finalmente, quienes conocen del tema dicen que no se puede dejar de lado la importancia que va a tener en el consumo energético tanto en el presente inmediato como en el futuro de la movilidad eléctrica. “Uno de los cambios que va a revolucionar la humanidad es el cambio de los vehículos que usan combustibles fósiles por vehículos ciento por ciento eléctricos”, asegura Yepes.
“Va a aumentar en casi 60 por ciento el incremento de la energía en el mundo porque consumimos demasiado y toda esa energía va a tener que salir de algún lado. Es ahí donde las energías renovables van a jugar un papel importante para abastecer ese crecimiento los vehículos eléctricos que no contaminan con fuentes renovables es esencial”.
Incluso podría pensarse en urbanizaciones con parqueaderos cubiertos con paneles solares que sean las estaciones de carga de los vehículos. “Es algo interesante lo que se viene con la movilidad eléctrica y no solo estamos hablando de carros sino de motocicletas y sobre todo de bicicletas. Y es algo que va a generar otro tipo de industrias y mercados”, finaliza.
Por todo, la energía solar se convierte en un gran eje dinamizador de la economía a nivel mundial, incluso por la posibilidad de ser generadora también de empleo digno, pues -dice el experto- exige mano de obra calificada y una formación por competencias que llevará a tener gente cada vez más capacitada en este campo.
De allí la importancia que el Estado se haya planteado como meta la generación en los próximos cuatro años del 10 por ciento de la matriz energética con energía renovable.